Existen diversos indicios que pueden permitirnos identificar si un perro está triste. Algunos de estás señales son: el aislamiento, la pérdida de interés en los juguetes o en los paseos, el aumento o la pérdida de apetito, la letargia o el cansancio excesivo, y el cambio en el tono y la intensidad de los ladridos.
Otros indicios más sutiles de tristeza en un perro pueden ser una postura corporal relajada y apagada, una mirada triste y desenfocada, y una falta de expresión facial. Si notamos que nuestro perro está exhibiendo alguno o varios de estos comportamientos, es importante acudir al veterinario para descartar cualquier posible causa médica y, en caso de que no haya ninguna causa médica, tratar de identificar qué es lo que está causando el estado de tristeza de nuestro perro.
Puntos importantes para que tengas en cuenta:
- Un perro triste puede tener los ojos hundidos y las pupilas dilatadas.
- Puede moverse lentamente y tener poca energía.
- Estar apático y no mostrar interés en los juguetes o actividades que solía disfrutar.
- Tener un apetito reducido y perder peso.
- Puede lamerse excesivamente o rascarse.
- Mostrar la mirada perdida o ausente.
- Puede llorar o gemir de manera inusual.
- Ser más sensible al ruido y al tacto.
- Enseñar cambios en el comportamiento, como morder o ladrar de manera inusual.
¿Qué síntomas tienen los perros tristes?
Un perro triste puede sentirse aislado y no querer socializar. Los perros deprimidos muestran menos hambre y pierden peso. Manifiesta síntomas de depresión o ansiedad, como jadear, llorar, temblar o esconderse.
¿Cuáles son las razones por las que un perro se deprima?
El perro puede estar deprimido por varias razones, como: la muerte de un dueño, un cambio de entorno, el aislamiento o la falta de ejercicio. La ansiedad puede deberse a miedos o a un trastorno del comportamiento, como el síndrome del ladrido compulsivo.
¿Por qué los perros sufren de estrés?
Esto podría incluir el traslado a una nueva casa, la llegada de un nuevo bebé a la familia, un cambio en el horario de trabajo de su propietario o la pérdida de un miembro de la familia. Los perros también pueden estar estresados por eventos menos obvios, como un cambio en el tipo de comida que se les da o el uso de un nuevo producto para el cuidado del cabello.